¡Qué calor, qué triunfo!
En el gimnasio Mexicano el frío fue lo de menos, pues la porra alentó, cantó y celebró a sus Halcones
José Manuel Caso /El Mundo de Córdoba
México 19 de febrero, 2008
Halcones UV Córdoba con el cobijo de su afición superó 114-99 a Xalapa para regresar a la lucha en la serie final de la LNBP.
México 19 de febrero, 2008
Halcones UV Córdoba con el cobijo de su afición superó 114-99 a Xalapa para regresar a la lucha en la serie final de la LNBP.
El Mundo de Córdoba
Llegó la hora, el día había iniciado, mañana templada, todo indicaba que sería unatarde fría, pero en el gimnasio El Mexicano el ambiente estuvo a flor de piel, pues jugaba Córdoba, y el equipo necesitaba más que nunca a su gente, para ganar el partido que los regresó al tablero de ajedrez, pues en las primeras dos batallas, el saldo fue negativo frente a Xalapa.
A las seis de la tarde, el acceso era libre, quien quisiera llegar al campo de batalla, lo hacia “en menos de lo que canta el gallo”, y los que lo hacían se preguntaban, ¿se podrá?, si no ganamos hoy no lleva la chin..., ¿ganaremos los tres en casa?, ¿ganarán algún partido ante Xalapa?, son las palabras, frases, que se comentaban antes de iniciar el partidos.
Siete de la noche, José Portillo y Jorge Rochín están en la duela, como demostrándose así mismos que están listos para batalla, tirando de tres, ensayando para una noche perfecta, mientras afuera, comienzan los primeros gritos, ¡Olé olé, ola, no sean maricas, saluden a papá!, y no, no es una barra futbolera, son los universitarios, los capitalinos, 200 xalapeños llegaron para apoyar a sus Halcones.
Corre el tiempo, y con el la gente llegaba, tibias porras para Córdoba son silenciadas por seguidores xalapeños, pero esta vez no, ahora eran visita, y sólo les dejaban que se ilusionaran, pues al saltar los visitantes a la cancha, el ¡buuu! de los fanáticos cordobeses se hizo presente... y ante la salida de los locales, el ¡Córdoba, Córdoba! enchinaba la piel, pues hacia soñar, pensar, y sobretodo creer, que esta vez la partida sería distintas a las otras “finales”.
Afuera hay brisa, pero poco importa, los que no tuvieron boleto, querían estar cerca de sus Halcones, y no importa si mañana hay gripe o si regaña mamá... allí estaban festejando las canastas de Mike Smith, Demetric Shaw y Dallas Logan.
Todo le salió ayer a los cordobeses, y a los visitantes nada de nada.
La tribuna se lució, los jugadores alzaban sus manos para pedir sus gritos, la afición estaba presente; la abuelita, los “halconcitos”, el Alcalde, la porra cordobesa, altos mando de la Universidad Veracruzana, el chofer que transportaba al equipo visitante, bellas chicas, bailarinas, y El Chango que se llevó el show, al conseguir “pareja”...de baile.
Y qué baile el de anoche, qué afición, qué entrega de los jugadores, y sobre todo, lo que no se podrá olvidar jamás, es ese grito de ¡Córdoba, Córdoba!, sí, el mismo que enchina y que puso a Xalapa nervioso e intimidado por afición.
Tristes
II Los xalapeños llegaron cantando y abucheando, se sentían seguros de que su equipo lograría otra victoria, pero no, ayer se fueron con la cara al suelo, y tristes por no poder festejar, sin embargo hoy regresan cargados de adrenalina.
Número
II Curioso fue ver que el jugador de Halcones UV Xalapa, Víctor Mariscal tenía su número mal, pues en el roster a parecía con la casaca 10, y sólo se le veía el 0 en su jersey.
Muñecas
II Ahora si hubo belleza en la tribuna, pero más en la duela, ello gracias a dos grupos de porristas, que se llevaron los suspiros, y uno que otro silbido de “fiu, fiu”.
A las seis de la tarde, el acceso era libre, quien quisiera llegar al campo de batalla, lo hacia “en menos de lo que canta el gallo”, y los que lo hacían se preguntaban, ¿se podrá?, si no ganamos hoy no lleva la chin..., ¿ganaremos los tres en casa?, ¿ganarán algún partido ante Xalapa?, son las palabras, frases, que se comentaban antes de iniciar el partidos.
Siete de la noche, José Portillo y Jorge Rochín están en la duela, como demostrándose así mismos que están listos para batalla, tirando de tres, ensayando para una noche perfecta, mientras afuera, comienzan los primeros gritos, ¡Olé olé, ola, no sean maricas, saluden a papá!, y no, no es una barra futbolera, son los universitarios, los capitalinos, 200 xalapeños llegaron para apoyar a sus Halcones.
Corre el tiempo, y con el la gente llegaba, tibias porras para Córdoba son silenciadas por seguidores xalapeños, pero esta vez no, ahora eran visita, y sólo les dejaban que se ilusionaran, pues al saltar los visitantes a la cancha, el ¡buuu! de los fanáticos cordobeses se hizo presente... y ante la salida de los locales, el ¡Córdoba, Córdoba! enchinaba la piel, pues hacia soñar, pensar, y sobretodo creer, que esta vez la partida sería distintas a las otras “finales”.
Afuera hay brisa, pero poco importa, los que no tuvieron boleto, querían estar cerca de sus Halcones, y no importa si mañana hay gripe o si regaña mamá... allí estaban festejando las canastas de Mike Smith, Demetric Shaw y Dallas Logan.
Todo le salió ayer a los cordobeses, y a los visitantes nada de nada.
La tribuna se lució, los jugadores alzaban sus manos para pedir sus gritos, la afición estaba presente; la abuelita, los “halconcitos”, el Alcalde, la porra cordobesa, altos mando de la Universidad Veracruzana, el chofer que transportaba al equipo visitante, bellas chicas, bailarinas, y El Chango que se llevó el show, al conseguir “pareja”...de baile.
Y qué baile el de anoche, qué afición, qué entrega de los jugadores, y sobre todo, lo que no se podrá olvidar jamás, es ese grito de ¡Córdoba, Córdoba!, sí, el mismo que enchina y que puso a Xalapa nervioso e intimidado por afición.
Tristes
II Los xalapeños llegaron cantando y abucheando, se sentían seguros de que su equipo lograría otra victoria, pero no, ayer se fueron con la cara al suelo, y tristes por no poder festejar, sin embargo hoy regresan cargados de adrenalina.
Número
II Curioso fue ver que el jugador de Halcones UV Xalapa, Víctor Mariscal tenía su número mal, pues en el roster a parecía con la casaca 10, y sólo se le veía el 0 en su jersey.
Muñecas
II Ahora si hubo belleza en la tribuna, pero más en la duela, ello gracias a dos grupos de porristas, que se llevaron los suspiros, y uno que otro silbido de “fiu, fiu”.
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