Halcón… es Xalapa
El ambiente del juego estuvo parejo, en la Cancha los capitalinos se llevaron el triunfo
José Antonio Marín B. /El Mundo de Córdoba
México 16 de febrero, 2008
México 16 de febrero, 2008
Xalapa.- Parecía que nadie sabía que ayer se disputaba la primera final del baloncesto, entre los Halcones de Córdoba y Xalapa, un breve sondeo demostraba que la gente conocía poco de el evento que puso a vibrar el Gimnasio USBI, pero eso era un mero espejismo, el escenario lució a tope, como pocas veces, y a los cordobeses les pesó el apoyo de los xalapeños.
Siete de la noche y empezaba el tráfico, coches por aquí y por allá, para variar pocos taxis, y el tiempo pasaba, y el acceso se hacía cada vez más complicado. Algunos decidieron llegar a pie, otros hasta en bicicleta, y unos más se quedaron con ganas de entrar a ver a sus “Halcones”.
En la duela hubo buen juego de bola, pero también mucho apoyo, gritos, alientos, cantos, mentadas, y la compañera de los hombres, la cerveza.
Algo andaba mal, se escuchaba los gritos de “¡Xalapa, Xalapa!”, todos aplaudían, coreaban una y otra vez las anotaciones xalapeñas, y abucheaban a los verdes (Córdoba) que en ese momento se sentían solos. Luego las porristas arrancaban miradas, suspiros y la distracción de quienes limpiaban la duela cuando los entrenadores pedían el llamada “tiempo fuera”.
Casi el final del primer cuarto, el partido tenso, el marcador daba vueltas una y otra vez, todo parecía parejo, pero no en la duela el apoyo se encontraba solo de un lado, el de los locales.
En ese instante cuando nuestros Halcones caían por 4 puntos de diferencia, un grito inundo el estadio, y era el de “¡Córdoba, Córdoba!”, unas 200 personas hacían su arribo y empezaba otro duelo, esta vez en las butacas, donde cada uno vivo como pudo y quiso el partido.
Los locales no se dejaron, trataron de opacar a la fanaticada que viajo cerca de tres horas para llegar a ver a sus ídolos, cosa que poco les importo, pues hicieron su “partido”, gritando, saltando, pero de igual forma lamentando la derrota de Córdoba
Un señor –seguramente oriundo de Xalapa- advertí, “los vamos a linchar”, otro lo seguía y así empezó el alboroto contra los visitantes.
Cada jugada, cada acción y por supuesto cada enceste les valían a los capitalinos para festejarles que esta vez pudo más el “¡Xalapa, Xalapa!”.
Mañana un nuevo duelo, nueva batalla, donde les aseguramos, Halcones va a ganar… esperemos que sea para Córdoba.
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Siete de la noche y empezaba el tráfico, coches por aquí y por allá, para variar pocos taxis, y el tiempo pasaba, y el acceso se hacía cada vez más complicado. Algunos decidieron llegar a pie, otros hasta en bicicleta, y unos más se quedaron con ganas de entrar a ver a sus “Halcones”.
En la duela hubo buen juego de bola, pero también mucho apoyo, gritos, alientos, cantos, mentadas, y la compañera de los hombres, la cerveza.
Algo andaba mal, se escuchaba los gritos de “¡Xalapa, Xalapa!”, todos aplaudían, coreaban una y otra vez las anotaciones xalapeñas, y abucheaban a los verdes (Córdoba) que en ese momento se sentían solos. Luego las porristas arrancaban miradas, suspiros y la distracción de quienes limpiaban la duela cuando los entrenadores pedían el llamada “tiempo fuera”.
Casi el final del primer cuarto, el partido tenso, el marcador daba vueltas una y otra vez, todo parecía parejo, pero no en la duela el apoyo se encontraba solo de un lado, el de los locales.
En ese instante cuando nuestros Halcones caían por 4 puntos de diferencia, un grito inundo el estadio, y era el de “¡Córdoba, Córdoba!”, unas 200 personas hacían su arribo y empezaba otro duelo, esta vez en las butacas, donde cada uno vivo como pudo y quiso el partido.
Los locales no se dejaron, trataron de opacar a la fanaticada que viajo cerca de tres horas para llegar a ver a sus ídolos, cosa que poco les importo, pues hicieron su “partido”, gritando, saltando, pero de igual forma lamentando la derrota de Córdoba
Un señor –seguramente oriundo de Xalapa- advertí, “los vamos a linchar”, otro lo seguía y así empezó el alboroto contra los visitantes.
Cada jugada, cada acción y por supuesto cada enceste les valían a los capitalinos para festejarles que esta vez pudo más el “¡Xalapa, Xalapa!”.
Mañana un nuevo duelo, nueva batalla, donde les aseguramos, Halcones va a ganar… esperemos que sea para Córdoba.
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