miércoles, 20 de febrero de 2008

Duelo de pistoleros


Duelo de pistoleros
El ambiente en El Mexicano fue puesto por las porras y una bomba fétida...

Mauricio Delgado /El Mundo de Córdoba
México 20 de febrero, 2008

Una bomba maloliente estalló cuando Córdoba dominaba, al reanudarse el juego vino la debacle y la agonía, Xalapa se llevó la victoria de 109-101 y se colocó a un triunfo de ir a la final nacional de la LNBP.

El Mundo de Córdoba

Parecería una noche cualquiera, de un partido cualquiera, pero las porras de ambos equipos, instaladas desde temprano, anunciaban que esa era una noche de final, los insultos y arengas, cuando todavía la gente buscaba asiento, anticipaba el duelo que se avecinaba.
Con los famosos aplaudidores en mano, las porras se señalaban y amenazaban, al tiempo que los Halcones xalapeños salían a la duela y el público local les cobraba la factura haciéndoles pagar el precio de ser fuereños: ¡fuera, maletas! fue lo menos que se escuchó.
La guerra ya estaba declarada, el gimnasio se veía pequeño, pero se sentía grande; ahí estaban los condecorados visitantes con sus playeras llenas de publicidad y una banca en la que cabían dos equipos estelares; por Córdoba playeras limpias, pero miradas recias, puños apretados y arriba que se empujaban y animaban para entrar al combate.
Arranca el partido con el salto que toma Córdoba y desde ese momento la intensidad se asoma por los ojos de los cordobeses, jugadores y público, lo dijimos antes y se comprueba ahora: no es un partido cualquiera.
La gente lo entiende y con gritos celebran cada canasta que no tiene repuesta entre los contrarios... Córdoba comienza barriendo a los xalapeños. En la tribuna el alcalde hace gala de oído porque a pesar del escándalo, no deja de hablar por celular. Córdoba se adelanta diez puntos en un partido, ahora sí, de ida y vuelta.
Llegó lo que se temía, los de la capital comienza a establecer con limpieza sus tiros de 3 puntos, los pistoleros están listos y armados, la balacera comienza al tiempo que los rostros de la fanaticada se endurecen.
La tensión se rompe cuando a 3 minutos de terminar el primer período una jugada de fantasía de Logan demuestra que Córdoba es un equipo de altura, la gente estalla en gritos. El marcador es de 31 a 16 a favor de Córdoba y los rumores de que los capitalinos vinieron sólo a presentarse, para tratar los cotejos en casa, aumentan.
Finaliza el período y Juan Lavín se suelta el pelo con una cerveza, más relajado esta noche por no tener de compañía a altos jerarcas estatales, digamos que sólo están “los de casa”. En las sillas plegables de la primera fila improvisada, destaca una señora como de 60 años que por su ropa, peinado y joyas es obviamente adinerada y que sin embargo espera con emoción que El Chango aviente regalitos.
El partido continúa con la ventaja cordobesa que inexorablemente se va a acortando de manera que a cuatro minutos de terminar el segundo período, sólo 5 puntos nos separan de Xalapa y un sudor frío nos recorre a varios; en cada descanso las porristas cordobesas se esfuerzan en sus rutinas que lucen más en vivo que en la televisión. La chicharra nos despierta y la gente, cual armas, toma nuevamente sus aplaudidores y regresa a la batalla.
Es un placer ver la danza de los jugadores, un Demetric que no quita la mirada agresiva, intensa y que contrasta con la de Logan, que pareciera que no está en este partido, siempre analítico, sereno, uno es el músculo, el alma y el otro el cerebro. Llega el medio tiempo y menos de 10 puntos de diferencia, Dallas Logan sube a entregarle en persona un poster a una fan.
En el tercer período Jackson de Xalapa salta para tratar de recuperar un balón de la línea y sin querer cae sobre una niña, familiar del alcalde, que se encontraba en un área no autorizada... hay alarma y hasta el Chango, nervioso, hace señas para que lleguen los médicos que se llevan a la pequeña herida. Lavín, que no se había dado cuenta de la acción, baja preocupado. El asunto no fue grave y queda ahí.
Las acciones del partido crecen entre ventaja de Córdoba que lucha con jugadas magistrales y Xalapa que se da cuenta de que puede ganar el partido y se lanza en pos de la presa. Hay alarma, termina el tercer período y sólo un punto de más sobre Xalapa.
En el último cuarto Córdoba lucha por mantener su ventaja y viene lo impensable... alguien suelta una ‘bomba’ fétida o gas lacrimógeno en la tribuna cercana a la banca local y la gente huye. El partido se interrumpe y hay caos. Todo dura unos 5 minutos y casi sin notarlo, el árbitro reanuda el cotejo.
En ese momento, todos con la atención en el desorden, no se dan cuenta de que por primera vez Xalapa rebasa a Córdoba. A partir de ahí viene la desconcentración y los tiros de 3 desaparecen para los locales, ya nada les sale y sólo retoman ritmo cuando queda un minuto por concluir el partido, pero ya Xalapa nos supera por 10 puntos.
La porra contraria festeja y los cordobeses callan, hay dolor y la chicharra decreta que el esfuerzo no rindió frutos.
Algo, tal vez la falta de técnica, una bomba lacrimógena o, ¿quién lo sabe? nos dejó sin la alegría de emparejar la serie a 2. Ahora la sentencia se conmuta para el próximo viernes...sea pues.

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